sábado, 1 de octubre de 2011

The Lift

These days I've been thinking of something. It’s very likely that I live inside a movie.  You may wonder why I say that. Well the reason why is that every circumstance around me reminds me of a situation experienced through the TV screen.
For example, LIFTS. Lifts are one of those places where you can get to feel very uncomfortable or otherwise feel a good energy that will outline you a smile.
I've seen in my favorite series, like Mad Men or one of the most unique films I’ve ever seen, Lost in Translation, where it plays a very important stage for the interaction of its protagonists.
When you're locked in 5 square meters with people who you don’t really know, the silences leave anyone indifferent.
You’re on the floor 24 of a 40-story building and the lift stops every two floors to pick up the souls who are looking forward to going home.
Then, you find someone looking at you amongst the 20 people who are in this small space, and unwittingly and silently that person throws out a message of support to you. I mean, emotional support, because someone else’s feeling your
presence and your essence, because probably they felt YOUR AURA. And that’s something that gives you a joy,
after a day of solitude working in front of your computer.
And this special connection who was born in a very little space, in a rush time, could continue other day or other time...
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Estos días llevo dándole vueltas a una cosa. Creo que vivo dentro de una película. Os preguntaréis por qué digo eso, y es que hoy en día, cada emoción que me asalta en cada circunstancia que me rodea, me recuerda a una situación vivida a través de la pantalla.
Por ejemplo, el ascensor, es uno de esos lugares donde puedes llegar a sentirte muy incómodo o por el contrario percibir una buena energía que te esboce una sonrisa. He visto como en mi serie favorita Mad Men o una de las películas más especiales que he visto Lost in Translation, el ascensor juega un escenario muy importante para la interacción de sus protagonistas.
Y es que cuando estás encerrado en 5 metros cuadrados con gente que no conoces de nada, los silencios no dejan indiferente a nadie.
Tu estás en el piso 24 de un edificio de 40 plantas, te montas y se para cada dos plantas en hora punta a recoger a las almas que esperan con ansia volver al hogar, de repente encuentras la mirada de alguien que cruza la tuya, y sin querer y en silencio os lanzais un mensaje de apoyo. Me refiero a apoyo emocional, sentir que tu presencia o tu esencia es algo diferente del resto de las diez personas que te acompañan en el trayecto después de un día de soledad con tu obligación, y que ese alma también en la misma esfera rutinaria te da un guiño de ilusión es un detalle que suma positivo a tu autoestima.
Posiblemente en cualquier otro momento o en otra circunstancia puedas encontrar de nuevo esa conexión que nació en tan poco espacio...







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